Y lo consiguió: 225 palabras seductoras, incluso mintiendo sobre mi edad. Pensando que no tenía nada que perder, le pedí “una respuesta de una pareja potencial”.
¿Y el resultado?
“Hola, Anita. Me llamo David, encontré tu perfil y me intrigó de inmediato. Parece que tenemos muchos intereses en común. Yo también busco una relación duradera con alguien que valore la comunicación, la sinceridad y la vulnerabilidad. Como hombre judío de 70 y tantos años, tuve una larga y satisfactoria carrera en el mundo académico y me jubilé hace poco. Me apasiona aprender y explorar nuevas ideas, y me encanta entablar conversaciones reflexivas sobre una amplia gama de temas. Comparto tu afición por las actividades al aire libre y por mantenerte activa.
“Soy un ávido excursionista y disfruto explorando la belleza natural de nuestra región… Lo más importante, estoy buscando una pareja amable, compasiva y cariñosa. Alguien que valore el amor y la conexión por encima de todo, y que está dispuesta a esforzarse por construir una relación fuerte y significativa. Si estás interesada en llegar a conocernos mejor, me encantaría tomar un café o una copa y ver adónde van las cosas desde allí. Dime si te parece bien”.
Me pareció bien, pero solo nos conocíamos desde hacía 27 segundos, un poco pronto para acordar una cita.
Le pedí que me hablara más de él.
“Me alegro de tener noticias tuyas”, respondió. “Estoy encantado de compartir más cosas sobre mí”. Me contó dónde había crecido, sobre sus dos hijos mayores (a los que está muy unido pero no ve con frecuencia). En cuanto a su carrera docente, escribió: “Fue increíblemente satisfactorio trabajar con estudiantes y ayudarlos a desarrollar sus habilidades de pensamiento crítico y explorar las complejidades de la mente humana”.
¿Había algo más que él quisiera saber sobre mí?
Tenía muchas preguntas. ¿De cuál de mis libros estaba más orgullosa? ¿Cuáles eran mis rutas de senderismo favoritas? ¿Qué buscaba en una pareja?
Curiosa por ver qué pasaba, decidí aceptar su oferta de reunirnos. “David”, le escribí, “¿tendría sentido quedar en persona para tomar algo o un café? Vivo cerca de la Plaza Harvard, si quieres sugerirme un sitio”.