A medida que las aplicaciones de citas pierden esplendor, aumenta el número de estadounidenses que denuncian malas experiencias al usarlas. La generación Z, frustrada por los bots, los costos de suscripción y la elevada relación esfuerzo-recompensa, huye de las aplicaciones con la esperanza de conocer a alguien en la vida real. A principios de este año, la revista en línea Bustle declaró que las aplicaciones de citas están en su “era del fracaso”.
No todas las aplicaciones aceptan este revés sin dar la pelea. El martes, después de meses de reorganizaciones internas y problemas bursátiles, Bumble intentó recuperar los corazones y mentes de sus usuarios con un nuevo diseño, con el que la aplicación ya no requiere que las mujeres den el primer paso, entre otras cosas.
Una nueva función, que la empresa bautizó como “Opening Moves”, permite a las mujeres incluir en sus perfiles una pregunta como esta: “¿Cuáles son tus vacaciones soñadas?”, a la que pueden responder los hombres con los que coincidan o hagan match. (En los emparejamientos para personas no binarias y del mismo género, ambas partes pueden incluir estas indicaciones).
El cambio es importante para Bumble. Hasta ahora, un hombre que coincidía o hacía match con una mujer en la aplicación tenía que esperar a que ella le enviara un mensaje. Si ella no iniciaba una conversación, el emparejamiento caducaba a las 24 horas.
Whitney Wolfe Herd fundó Bumble en 2014 a raíz de sus propias experiencias personales. Dijo que la idea era darles a las mujeres más control. “Tuve una serie de malas relaciones, y sentí que los hombres me controlaban”, dijo, “cuando decían cosas como ‘No te pongas esto’, ‘No puedes salir con esa persona’ o ‘Tienes que estar en casa a esta hora’”, comentó.
No obstante, a lo largo de los años, Bumble recibió comentarios de mujeres que consideraban que dar el primer paso era “mucho trabajo” o “una carga”, y Wolfe Herd empezó a pensar en cómo liberar la presión. La función Opening Moves es el resultado de ese proceso, una manera de que las mujeres sigan teniendo el control sin sentir el estrés de iniciar todas las conversaciones.
Desde la oferta pública inicial de Bumble en 2021, el precio de las acciones de la empresa ha caído un 86 por ciento. Bumble no está sola en este declive; el precio de las acciones de Match Group también ha sufrido en el mismo periodo de tiempo.
“Ahora mismo hay muchas aplicaciones de citas”, dijo Kathryn D. Coduto, profesora adjunta de Ciencias de la comunicación en la Universidad de Boston. La sensación, dice, entre las personas con las que ha hablado en su investigación se resume en esta pregunta: “¿Cuál de estas aplicaciones puede satisfacer lo que buscan los usuarios? Quizá ninguna”.
Jones rebatió que millones de personas en todo el mundo siguen recurriendo a las aplicaciones de citas. En 2023, Bumble tenía 42 millones de usuarios activos mensuales en todas sus marcas.
La mitad de los adultos estadounidenses menores de 30 años ha probado alguna aplicación o sitio web de citas, según el Centro Pew, pero esos usuarios rara vez quedan impresionados por lo que encuentran. Una encuesta de Axios/Generation Lab realizada a casi 1000 estudiantes universitarios y de posgrado reveló que la mayoría de los encuestados rara vez abría sus aplicaciones de citas.
En los últimos años, los competidores también han ido ejerciendo más presión sobre las aplicaciones más populares, como Bumble. Una serie de nuevas aplicaciones utilizan el aprendizaje automático para ayudar a las personas a iniciar y continuar conversaciones con posibles citas. Al menos una aplicación de citas va más allá y promete mantener conversaciones iniciales en nombre de sus usuarios a través de chatbots.
Bumble y Tinder también utilizan el aprendizaje automático desde hace años, sobre todo en sus algoritmos de emparejamiento. Y, junto con Opening Moves, esta semana Bumble está introduciendo otras características que impulsarán su algoritmo. Ahora los usuarios pueden añadir a sus perfiles dos “intenciones de cita”, como “intimidad sin compromiso” y “no monogamia ética”. También pueden introducir rasgos de carácter que prioricen, como “lealtad” o “sarcasmo”, y añadir causas que apoyen, como el movimiento Black Lives Matter o el feminismo, para ayudar a la aplicación a encontrar posibles parejas.
Wolfe Herd comentó que imaginaba una herramienta en la que la inteligencia artificial funcione como una especie de asistente personal. “El bot de inteligencia artificial sale, interactúa con miles de perfiles y vuelve con 30 que considera adecuados para ti”, explicó. Después, añadió, el bot podría mantener conversaciones sencillas en nombre tuyo y filtrar las respuestas groseras o que no se ajusten a tus valores.
Por el contrario, algunas empresas de citas en línea luchan contra la fatiga de la aplicación intentando que la gente deje sus teléfonos, mediante cenas con desconocidos, conexiones forjadas en lugares locales favoritos y caóticas fiestas de solteros en las que los invitados traen una pareja de Tinder como acompañante.
“La gente busca la sensación de una conexión espontánea”, afirmó Wolfe Herd. Pero no cree que ese deseo sea el fin de las aplicaciones de citas: “La realidad es que la tecnología es demasiado buena, demasiado práctica y demasiado útil”.